Vendedoras de amor

No hay comentarios

Vendedoras de amor

Habían pasado siete minutos muertos en donde las seis mujeres —cada una con nombres prestados— no pronunciaban ni una sola palabra entre ellas (…) Era una tarde soporífera de un martes y el negocio andaba lento. En todo el día sólo habían llamado dos veces a la puerta: la primera, un vendedor ambulante ofreciendo biblias en módicas cuotas y, la segunda, un adolescente de unos diecinueve años, quien Amanda, la más veterana del grupo, echó después de ver que titubeaba. Aquel joven le recordó a su hijo menor; por eso lo despidió de manera sutil y con una voz casi maternal: 

—Aquí se viene a comprar y no a vitrinear, muchacho. 

Fragmento del cuento «Vendedoras de amor» (2021). La ilustración es de Gaviota Cercos. 

Entrada anterior
Día de sufragio
Entrada siguiente
Cuento completo: Fui otra en el espejo

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.
Tienes que aprobar los términos para continuar